Uno de los aspectos más importantes en la ejecución de cualquier infraestructura no es otro que el control del calidad del hormigón que vamos a emplear. Ya sea un hormigón fabricado a pie de obra o en la central, debemos comprobar que las características resistentes de dicho hormigón se corresponden con las que teóricamente debería tener, pues como ya he mencionado en algún artículo de nada vale el «yo no lo sabia».
Estos ensayos se dividen en tres tipos fundamentales:
- Ensayos Previos: son obligatorios salvo que se tenga experiencia previa sobre el hormigón que se va a fabricar y se llevan a cabo en laboratorio.
- Ensayos Característicos: son obligatorios salvo en hormigones preparados de los que se tenga documentada experiencia de su empleo en obras con componentes de la misma naturaleza y en los que se hayan utilizado las mismas instalaciones y procesos de fabricación.
- Ensayos de Control: son siempre obligatorios y permiten conocer la resistencia del hormigón que se coloca en obra.
Ensayos Previos del hormigón:
Los ensayos previos se realizan en central y tienen como objetivo ajustar la dosificación del hormigón así como las características exigidas al hormigón, no solo en cuanto a resistencia sino también en cuanto a durabilidad.
Estos ensayos consisten en calcular la dosificación y fabricación de cuatro amasadas con las que se determina la resistencia. Las probetas se rompen tras 28 días, hallándose la resistencia media la cual será válida si es mayor que la resistencia característica + 8N/mm2.
Ensayos Característicos del hormigón:
Los ensayos característicos se realizan antes del hormigonado. Su objetivo es comprobar que la resistencia característica real del hormigón que vamos a colocar en obra no es inferior a la resistencia establecida en el proyecto. Se realizan, por lo tanto, a pie de obra.
Consisten en la realización de seis amasadas de las que se ensayan, al menos, dos probetas por amasada. Se determina la resistencia media de cada amasada y se ordenan de menor a mayor los resultados (R1<R2<…<R6). El ensayo es favorable cuando la resistencia característica es menor que la media menos el 80% de la diferencia entre los resultados extremos.
Ensayos de Control del hormigón:
Los ensayos de control son siempre obligatorios pero se pueden realizar en tres modalidades diferentes:
1- Control indirecto: solo se controla la consistencia del hormigón, no su resistencia. Se emplea cuando el hormigón posee un distintivo de calidad oficialmente reconocido, en clase de exposición I ó II, y cuando la resistencia de calculo de proyecto no supere los 10 N/mm2
2- Control al 100%: se puede aplicar a cualquier obra pero raramente se usa por su gran coste. Se emplea sobretodo en infraestructuras de gran responsabilidad. Esta modalidad se debe aplicar desde el comienzo del suministro de hormigón comprobándose todas las amasadas.
3-Control Estadístico: se divide el volumen total de hormigón que se va a emplear en lotes, y se considera que en cada lote las amasadas tienen unas características similares, ensayándose el lote en conjunto. Esta modalidad es aplicable cuando el suministrador del hormigón, los componentes y su dosificación es la misma.
Pues nada más que decir. Ésto es todo por hoy, un breve resumen sobre los ensayos necesarios para que no nos den «gato por liebre» y estar seguro de que el hormigón que emplearemos es el adecuado. 🙂